vi dono il primo dei capitoli di storia il wiki non lo so fare, se volete fatelo voi. Per allenarmi alcuni li avevo scritti in spagnolo, altri in inglese, altri in italiano
appena posso, aggiungo gli altri, cmq non credo più di 2-3 a settimana.
Entre el final de 1814 y el comienzo de 1815, las grandes potencias que terminaban de ganar contra el ejército napoleónico se dieron cita en el Congreso de Viena para arreglar las cuestiones políticas más urgentes del futuro de Europa. Participaron a la cumbre tanto los vencedores (Inglaterra, Rusia, Prusia y Austria), como los derrotados, es decir Francia, gracias a la habilidad de su ministro de asuntos exteriores, Talleyrand, el que subrayó la importancia a nivel político de que no se excluyera el gobierno del legítimo Rey francés apenas restaurado. Tres fueron los asuntos mayormente importantes sobre los que se tomaron decisiones. El primero de esos era la contención de Francia. Ese país, a la izquierda ya se quedaba contenido por Espa±a, mientras que a la derecha se habría encontrado con Estados nuevos o de toda manera reforzados: un Reino de los Países bajos al norte (todavía comprensivo tanto de Holanda como de Bélgica), una Renania más fuerte al centro, gracias a su unión con Prusia, y un Reino de Cerde±a a Sur (comprensivo de Piamonte, Niza y Saboya). La desmenuza del imperio napoleónico dejaba unos espacios vacíos en Europa y Mediterráneo, que los demás decidieron rellenar segºn un principio de equilibrio entre las grandes potencias (o balanza de potencias). Para balancear el nacimiento de una Grande Prusia, Rusia obtuvo el Grand ducado de Varsovia (es decir, Polonia) y para reducir la influencia prusiana sobre los feudos del fallecido Sacro romano imperio, éstos ºltimos fueron racionalizados en una Confederación mucho más gestionable de apenas unos treinta lander, bajo la guía compartida de Prusia y Austria. Por otro lado, para balancear el nacimiento de un Reino de Cerde±a, Austria puso sus manos sobre el Reino lombardo-véneto y más en general, se le dio satisfacción a las más importantes familias reales que habían sido expulsadas de sus tronos por la avanzada del ejército napoleónico y que ahora pedían una grande Restauración, tanto geográfica como política, del orden prexistente (tercera decisión del Congreso). Por eso, la Península se quedó dividida en cinco reinos y cinco ducados totales. Los reinos eran: el de Cerde±a, el Lombardo-véneto, el Pontificio, el de Nápoles y el de Sicilia (los ºltimos dos se habrían unificado más allá). Los ducados eran: el Gran ducado de Toscana, Lucca, Massa-Carrara, Parma y Reggio-Módena. Con respecto a la restauración del orden político, todas las Constituciones que los soberanos habían tenido que conceder y con las que sus poder absoluto se había quedado diluido en la moderna tripartición, fueron rechazadas, y más en general se intentó borrar todos los valores liberales que habían nato en la Revolución francesa y que se habían propagado por Europa a la misma velocidad de las tropas de Napoleón (derechos políticos y civiles, democracia representativa, Estado de derecho, imperio de la Ley, etc.). Pero no todos los principios fueron compartidos. Inglaterra se consideraba liberal y no aceptó tomar parte al proyecto Ruso de una Santa Alianza, un grupo más estrecho para reaccionar contra todas las amenazas a la llamada "soberanía por derecho divino" (Rusia, Prusia, Austria y Francia). A la inversa, Inglaterra habría ayudado a los movimientos liberales y nacionales en giro por Europa en los a±os siguientes. Sea claro, Inglaterra no era más idealista de otros, solo esperaba usar las nacionalidades para debilitar los imperios multinacionales con los que se medía en Europa (Rusia, Austria, Impero otomán) para que nadie pudiera amenazar el liderazgo de Londres. Por otro lado, fue creada también una Cuádruple alianza específicamente para fortalecer el principio de contención, pues ésta contó con Inglaterra pero no incluyó a Francia. El Congreso inauguró una tradición de periódicas conferencias en tiempo de paz y nuevos Congresos en tiempo de crisis, y aºn más en tiempo de guerra. Las conferencias se comprometieron principalmente con solucionar los desórdenes provocados por los movimientos liberales y nacionales, mientras que los Congresos tuvieron lugar sobre todo para arreglar los ratios de fuerza después de una guerra, o para resolver controversias territoriales y, al final, contuvieron más a Rusia que a Francia. Dentro de 1821, tuvieron lugar cuatros conferencias (Verona, Aquisgrán, Liubliana, Troppau), pero no pudieron impedir que estas fuerzas imparables (liberalismo y nacionalismos) resurgieran cada vez más fuertes en varios lugares de Europa. Dentro de 1822, la fiebre liberal-nacional llegó incluso en las colonias americanas de Portugal y Espa±a, tanto que el riesgo de ver la Santa Alianza aterrizar al continente americano de hoy a ma±ana, condujo el sabio presidente estadounidense James Monroe a pronunciar la homónima doctrina, cuyo sentido se queda reasumido en el refrán "América a los americanos". Una segunda oleada de nacionalismo empieza el a±o después. Había habido, en 1821, unos motos liberales en Grecia, la más meridional de las provincias balcánicas del Imperio otomán, y para 1824 se habían convertido en abiertas protestas nacionalistas. La nacionalidad griega tenía muchos admiradores entre las élites culturales de la sociedad británica, así que el gobierno de Londres decidió darle ayuda y empezó a imponer su mediación a las partes en lucha. En el espacio de tres a±os (1827), también Rusia y Francia decidieron tomar parte a la mediación (protocolo anglo-franco-ruso), y en el espacio de dos a±os más se consumó la quiebra de todas las intentonas negóciales, así que en 1829 los tres padrinos organizaron una expedición naval punitiva, ganaron contra la flota otomán a Navarín y obtuvieron un protectorado sobre Grecia con el Tratado de paz de Andrinópolis. El a±o después (1830) le concedieron la independencia, pero impusieron la monarquía como régimen de gobierno y dieron la corona a Otón de Wittelsbach príncipe de Baviera, un hidalgo alemán de alto rango, en el respecto del principio de legitimidad. En el mismo a±o, el Reino de Bélgica obtiene la independencia de los Países Bajos. Mientras tanto (1848), en Francia, se daban el cambio monarcas absolutos (Carlos X) y liberales (Luis Felipe de Orleans), pero este ºltimo se veía muy mal con exportar la revolución fuera de Francia y provocar la reacción del Congreso y a la inversa no perdía ocasión para pronunciar aseguraciones como «La sangre de los franceses pertenece solo a Francia». Siempre en 1848, fuertes protestas nacionalistas tomaron lugar en el Reino lombardo-véneto, tanto que la historiografía italiana las considera, en total, como la Primera guerra de independencia contra Austria del proceso de Resurgimiento. Pero, tras del fácil entusiasmo de los primeros días de insurrección (ej. los Cinco días de Milán), los piamonteses fueron derrotados en Novara y Mantua. En Fráncfort, el a±o después (1849), un parlamento revolucionario ofreció la corona de la Confederación a Federico de Hoenzollern, Rey de Prusia, pero él todavía se hacía escrºpulos legitimistas y por lo tanto la rechazó desde±osamente (la habría aceptada si le hubiera sido ofrecida por los príncipes alemanes, pero no por los revolucionarios). Los hechos de 1848-49 en Francia, tanto como en Italia y Alemania se concluyeron con un natural regreso al estado de cosas prexistente, tanto que esta nueva fase de ajuste toma el nombre de "Segunda restauración". En vez, los Congresos más importantes se desarrollaron en París (1856) y en Berlín (1878 y 1884). El primero decidió la fin de la presencia de naves rusas en el Mar negro y unas mutilaciones territoriales (ej. perdida de Besarabia) tras la derrota rusa en la guerra de Crimea contra el Impero otomán aliado de Francia e Inglaterra. El segundo balanceó la influencia Rusa en los Balcanes después de que ésta había ganado la Segunda guerra ruso-turca (1875-78), recuperado Besarabia, liberado muchas nacionalidades eslavas (entonces naturales satélites de Mosca) y expulsado a los Otomanes de la región. El Congreso le dio el reconocimiento solo a unos Estados (Rumanía, Serbia, Montenegro y una peque±a Bulgaria sin Rumelia), pero balanceó la influencia rusa en la región permitiendo una presencia austriaca en Bosnia-Erzegovina y recomendó el retorno de los Otomanes en Macedonia y en toda Tracia. El tercero Congreso solucionó una controversia colonial sobre el Río Congo, dio inicio a la llamada "carrera por África", y le aplicó muchos de los principios que 70 a±os antes habían sido previsto para la balanza de potencias en Europa, pero también unos nuevos. Por ejemplo, se decidió que la colonización de las costas les daba derecho a las potencias a ocupar el interior también, pero cada nuevo asentamiento debía de ser notificado a los demás.
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